Saturday, June 30, 2012


El que intenta, a veces falla. El que abandona, falla siempre. El que lo sigue intentando, tiene la posibilidad de conseguirlo. El que abandona constantemente, perece. La única diferencia es que el que falla es porque lo ha intentado, mientras que el que perece nunca lo intentó por miedo a perder, pero no puedes perder nada si no tienes nada. Arriesgarte es tener algo a lo que agarrarte. Y es que si se quiere algo de corazón no hay que dejar de luchar ni de intentarlo porque si no tus esperanzas morirán poco a poco con el abandono. Y sobretodo, no lo sueltes nunca, mantenlo a salvo y agárralo.